Estados Unidos tiene el monopolio casi absoluto del baloncesto mundial en lo a selecciones se refiere. A pesar de que, en los últimos años, Francia o Australia, y España en su mejor momento, recortaron distancias, la cantidad de superestrellas que los norteamericanos pueden desplegar en un mismo equipo es completamente apabullante.
Comandado por Steve Kerr, el entrenador de los Golden State Warriors, y cuyos asistentes son Tyronn Lue, entrenador de los Clippers, Erik Spoelstra, entrenador de los Miami Heat, y Mark Few, entrenador de la Universidad de Gonzaga, el ‘Team USA’ busca su decimoséptimo oro en baloncesto en su vigésima participación, con una de las mejores plantillas que se recuerdan.
LeBron James – Alero
‘El Elegido’ es un jugador prácticamente incombustible. A sus 39 años, la superestrella recién renovada por los Lakers sigue siendo uno de los mejores jugadores del mundo, convirtiéndose en 2023 en el máximo anotador de la historia de la NBA, superando el récord, que parecía intocable, de Kareem Abdul-Jabbar.
LeBron es un jugador con un físico portentoso, una visión de juego incomparable y una experiencia superior a cualquier jugador que se acerque remotamente a su nivel de juego. Sin muchas más metas que lograr en la NBA, más allá de jugar con su hijo Bronny, recién ‘drafteado’ por los Lakers, James busca su tercer oro olímpico.
Stephen Curry – Base
El mejor triplista de la historia del baloncesto debuta en los Juegos Olímpicos en el inicio del ocaso de su carrera. A sus 36 años, la magia de ‘Don Stephen’ no se ha apagado, pero sus Warriors no son la apisonadora que un día dominó la NBA.
Curry ha conseguido durante esta temporada su décima nominación a los mejores quintetos de la liga estadounidense, anotando más de 26 puntos por partido, con un porcentaje de triples cercano al 41% en doce intentos por encuentro. El base es una pieza clave en ataque para el Team USA, pero su defensa puede ser una debilidad.
Kevin Durant – Alero
A pesar de ser uno de los anotadores más capaces y versátiles en la historia del baloncesto, el Olimpo de la NBA elude a ‘KD’. En el momento en el que se marchó de los Oklahoma City Thunder a los Golden State Warriors, equipo que le derrotó en 2016, Durant se convirtió en el villano de la NBA, y nunca ha podido ganar un anillo sin Stephen Curry a su lado. En los Phoenix Suns, no ha sido distinto.
A pesar de los problemas de química que su personalidad pueda suponer, su presencia en el campo es una de las mayores ventajas que un equipo de baloncesto puede tener. Su limpio lanzamiento de media y larga distancia, su capacidad de finalizar bajo el aro o en el poste y su impresionante altura (2,11m) y envergadura pueden convertirle en el máximo anotador de sus cuartos Juegos.
Joel Embiid – Pívot
El jugador más polémico de la selección estadounidense es el MVP de la NBA en la temporada 2022/2023. La superestrella de los Philladelphia 76ers nació en Camerún, y hace dos años consiguió la nacionalidad francesa, pero jugará con Estados Unidos en los Juegos de París.
Su presencia puede ser clave en el torneo de baloncesto, pues sus 2,13 de altura, sus 127 kilos de puro músculo y su enorme versatilidad pueden ser la respuesta a la principal debilidad de EE. UU. en los últimos torneos: la ausencia de un pívot dominante.
Devin Booker – Escolta
El jugador franquicia de los Phoenix Suns es una de las principales amenazas exteriores del combinado estadounidense. El escolta norteamericano lideró a su equipo a las finales de 2021, donde cayó frente a los Bucks de Giannis Antetokounmpo.
Booker tiene una gran capacidad ofensiva en distintos roles: manejo y distribución de balón, tiro exterior y media distancia e incluso juego en el poste medio. El jugador de 27 años servirá como anotador y tirador gracias a sus credenciales: un promedio de 25 puntos por partido durante las últimas siete campañas.
Jayson Tatum – Alero
El líder de los Boston Celtics, que ganaron el anillo de la NBA el pasado mes de junio, no puede faltar en los Juegos Olímpicos. A pesar de no haber sido galardonado con el MVP de las finales (un honor que le corresponde a su escudero Jaylen Brown), el alero es una pieza fundamental para el ‘Team USA’.
Tatum es un exterior extremadamente versátil en su juego: atlético, potente, buen tirador, defensor y penetrador, e incluso en su demarcación, pudiendo jugar de escolta, alero o incluso ala-pívot en un quinteto pequeño.
Anthony Edwards – Escolta
La nueva estrella de los Minnesota Timberwolves ha supuesto un soplo de aire fresco para la franquicia norteña. El número uno del Draft de 2020 le ha dado la vuelta a un equipo perdido durante los últimos veinte años, llegando esta temporada a las finales de conferencia tras eliminar a los Denver Nuggets de Jokic, entonces los vigentes campeones.
Edwards, de 22 años, ya se ha mostrado como uno de los jugadores más atléticos de la historia de la liga, con una feroz capacidad de salto y una tenacidad casi inigualable en la cancha. A pesar de su inconsistencia, propia de la juventud, ‘Ant Man’ puede convertirse en los próximos años en la cara del baloncesto estadounidense.
Anthony Davis – Ala-pívot
El escudero de LeBron James en los Lakers es uno de los interiores con más talento del baloncesto mundial en el siglo XXI. Sus problemas con las lesiones nunca le han permitido tener una consolidación en la cima, y el anillo de 2020 con Los Ángeles continúa siendo el punto álgido de su carrera.
Davis ha registrado 25 puntos y 13 rebotes en la última temporada, siendo crucial para levantar el nuevo torneo de media temporada. El interior ha jugado 76 partidos, un récord en su carrera, y si se mantiene sano, su enorme talento defensivo, capacidad atlética y versatilidad ofensiva pueden ser una de las grandes armas de Estados Unidos en el ‘4’ o en el ‘5’.
Tyrese Haliburton – Base
La estrella de los Indiana Pacers forma, junto a Anthony Edwards, la dupla joven en las posiciones de distribución del balón. A sus 24 años, Haliburton ha conseguido liderar a la franquicia de Indianápolis a sus primeras finales de conferencia desde 2014.
A pesar de tener una buena capacidad de anotación, con más de 20 puntos por partido en las últimas dos temporadas, y su más que competente tiro exterior, (más de un 39% en triples durante sus cuatro años en la NBA), la distribución de juego es el mayor punto fuerte de Haliburton, con un promedio de 11 asistencias por partido en la 23/24, situándose como líder indiscutible en dicha categoría.
Jrue Holiday – Base
El fichaje de Damian Lillard por los Milwaukee Bucks significó la llegada de Jrue Holiday a los Boston Celtics, un equipo desesperado por alcanzar la cima de la NBA después de 16 años, y que finalmente lo logró, gracias en parte al base californiano, uno de los jugadores más infravalorados por el público general.
Holiday destaca por su tenaz defensa exterior, una lectura impecable del juego y una inteligencia que, a sus 34 años, ha cultivado con experiencia y trabajo. Sus labores ofensivas no deben ser pasadas por alto, logrando grandes porcentajes de tiro en las finales (54% en tiros de campo y 43% en triples) y 2,6 rebotes ofensivos en la última ronda de playoffs, una cifra monstruosa para un base de 1,93 metros.
Bam Adebayo – Pívot
La apuesta por los interiores puros se expande al banquillo del Team USA por medio del ‘5’ de Miami Heat. Adebayo es una pieza fundamental para el equipo de Florida, que ha alcanzado las finales de la NBA de forma inesperada en dos ocasiones en el último lustro.
‘Bam Bam’ es la segunda opción en Miami, por detrás de Jimmy Butler, pero su juventud (26 años) y su enorme capacidad defensiva, que este año le ha valido una mención como uno de los cinco mejores defensores de la NBA, será muy importante en los minutos de descanso para Embiid y Davis.
Derrick White – Base
Después de semanas de especulación, la selección estadounidense confirmó que Kawhi Leonard abandonaba la concentración, y su suplente es un jugador de los Boston Celtics: Derrick White.
White es una caja de herramientas, puede ser útil en cualquier situación. No es una superestrella, pero sí un anotador capaz, un defensor experto, un tirador preciso y, sobre todo, un jugador de equipo, que puede ocupar las posiciones de base o escolta según su entrenador lo precise.
