Desde hace ya unos cuantos años, los equipos de la NBA innovan a lo largo de la temporada con uniformes alternativos de todo tipo. A veces muestran auténticas joyas, pero otras no tienen tanto acierto. El de hoy es un ejemplo de esto último.
Vamos a retroceder 21 años en el tiempo (cielos, 21 años ya) para irnos a un partido de la fase regular disputado en el Staples Center de Los Ángeles entre los Lakers y los Dallas Mavericks. Es el 28 de octubre de 2003.
Los Mavs estrenaban uniforme, en un original color gris con reflejos plateados. Pero como ocurre en muchas ocasiones, lo que parece bien en una percha luego cambia en la cancha y en la televisión, y más si tenemos en cuenta la iluminación y el sudor.
El caso es conforme fueron avanzando los minutos, las prendas perdían su tono plateado y empezaban a parecerse, tal y como señalaron aficionados, periodistas y el propio dueño de la franquicia, a bolsas de basura. Y con ese apodo se quedó ese uniforme.
Por si fuera poco, los texanos perdieron el partido por 109-93, y eso que el recordado Kobe Bryant estaba de baja ese día.
«Parecían bolsas de basura mojadas», dijo el dueño de los Mavs, Mark Cuban, en 2013. «Las saqué del mercado después de un partido». En efecto, nunca se volvieron a utilizar.
Pero como suele ocurrir en estos casos, los uniformes se convirtieron en piezas de coleccionismo y años después de aquel partido en California, se pueden encontrar camisetas con aquel diseño. El precio supera varios miles de dólares.
Espero que os haya gustado el artículo. Hasta mañana.