El partido inaugural de la temporada 2024/2025 de la NBA se presentaba como uno de los encuentros más esperados del calendario de la mejor liga de baloncesto del mundo, pero el imparable despliegue ofensivo de los Boston Celtics ante los New York Knicks privó de emoción al encuentro. Tal fue su superioridad que Josh Hart, escolta del conjunto neoyorquino, ha pedido un «test de drogas» para todos los jugadores de la franquicia de Massachussets.
Y es que los actuales campeones llegaron al partido en pleno júbilo, tras haber recibido sus anillos y el trofeo Larry O’Brien por parte de algunas leyendas cruciales en la historia de los Celtics, como Kevin Garnett, Paul Pierce, Ray Allen o Bob Cousy.
Los de Boston pasaron por encima de los Knicks, anotando 29 triples en su victoria por 132-109, igualando el récord de lanzamientos de tres puntos anotados en un solo partido en toda la historia de la liga estadounidense de baloncesto.
La gran diferencia entre ambos equipos fue especialmente sorprendente dada la incapacidad defensiva de la franquicia de Nueva York, entrenada por el especialista Tom Thibodeau, que siempre se ha enorgullecido de la solidez y rocosidad de sus plantillas. Además, los Knicks se habían reforzado muy bien durante los últimos meses, destacando la incorporación del pívot con ascendencia dominicana Karl-Anthony Towns.
Tras el partido, Josh Hart, uno de los titulares en el equipo de la ciudad que nunca duerme, se mostró incrédulo con lo sucedido en la cancha, y llegó a pedir un control antidoping para los jugadores de los Celtics: «La NBA tiene que hacerles un control de drogas a todos ellos. Nunca he visto nada similar», bromeó el escolta.
Hart, inmediatamente después, no dudó en reconocer el mérito de los actuales campeones: «Tienes que darles crédito, ya son un equipo explosivo, y con la contagiosa energía en el pabellón… Han jugado extremadamente bien. Lo analizaremos, aprenderemos de nuestros errores defensivos, pero es el primer partido, quedan 81«.
