Vinicius vive en el extremismo. Su superioridad futbolística, seis goles en sus últimos cuatro partidos, se da de bruces con la lluvia de amonestaciones que recibe, inusual para un delantero. Ha visto amarilla en esos últimos cuatro partidos. Esta de El Sadar conlleva que Vini no se volverá a vestir de blanco en un mes, hasta el 9 de abril en la ida contra el City.
La facilidad con la que el brasileño desarticuló a Catena y al resto de la zaga rojilla fue la misma con la que se ganó la amarilla de Martínez Munuera por reírse de él mientras le señalaba con el dedo durante una protesta. Esa cartulina es la quinta y por lo tanto no jugará contra el Athletic. Un descanso por sanción que quizá le habría venido mejor dentro de dos jornadas, en la visita del Madrid a Son Moix, junto con Mestalla y Metropolitano, los tres estadios donde hay causas abiertas por incidentes racistas dentro o fuera del recinto contra el madridista.
Vini se mostró de nuevo demasiado pendiente de la grada. Ambos goles los festejó con la mano al oído en un gesto de interpretación ya universal. Pero también, en paralelo, las cámaras captaron cánticos en El Sadar de “¡Vinicius, muérete!”. Incluso cuando fue sustituido, entre Ancelotti y el staff tuvieron que encauzar la marcha del brasileño al banquillo, porque lo hizo jugándose una segunda amarilla.
Ampliar
Carletto en su inmensa labor pedagógica, no esquivó el pronunciarse sobre esa dualidad de Vinicius: “Es un futbolista determinante, pero la presión ambiental que tiene debe controlarla un poco más…”. Un exentrenador madridista, Bernd Schuster, fue más explícito en Movistar+. “Le hemos visto empezar fenomenal, pero luego empiezan a sucederle pequeñas cosas y él mismo se quita del partido”.
Lluvia de amonestaciones
El altísimo número de cartulinas que ve Vini obedece a acciones que no son, en puridad, del juego. De las cinco que ha visto en esta Liga, tres fueron por protestar al árbitro o discutir con un rival. Incluso la del Celta es imputable en esa categoría, porque fue una mala reacción al agarrón de Mingueza.
El curso pasado fue suspendido dos veces por acumulación de amarillas En total vio 16 amarillas, récord del equipo. Además de 77 goles con el Madrid acumula 42 tarjetas en total en su carrera en el Madrid, el 45 por ciento de ellas (19 cartulinas) producto de protestas, discusiones con contrarios o pérdidas de tiempo. Vinicius, para bien y para mal, siempre excesivo.
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