El baloncesto se despide definitivamente de Derrick Rose, uno de los jugadores más talentosos y con mayor impacto cultural de los últimos tiempos, que anuncia su retirada a los 35 años. Así lo ha anunciado el estadounidense a través de sus redes sociales con una carta abierta al deporte titulada «Gracias, mi primer amor».
«Creíste en mí en los mejores y peores momentos, fuiste mi constante cuando todo parecía incierto. Me enseñaste lo que el amor significa realmente. Convertiste la pista en un santuario, un hogar donde podía expresarme libremente«, comienza el texto de Rose, un jugador que conquistó muy pronto el baloncesto mundial, siendo el primer elegido en el Draft de 2008 y ganando el MVP de la NBA tres años después, batiendo un récord de precocidad que llega a la actualidad.
«Me ofreciste una sabiduría que no solo tenía que ver con el juego, sino con la vida, la disciplina, el trabajo duro y la perseverancia. Me enseñaste que la pasión es algo que apreciar, asegurándote que vuelco mi corazón en cada bote, cada tiro y cada jugada», explicó la leyenda de los Chicago Bulls, equipo con el que llegó a la NBA y donde se convirtió en un ídolo de masas. También allí pasó su peor momento, una grave lesión de rodilla en 2012 que lastró una carrera meteórica.
«Me diste un regalo, nuestro tiempo juntos, que apreciaré durante el resto de mis días. Me dijiste que está bien decir adiós, asegurándome que siempre serás una parte de mi, sin importar donde me lleve la vida», relató Rose, quien, a pesar de haber sufrido psicológicamente por la fragilidad de su cuerpo y por su salida forzada de sus Bulls, demostró una pasión constante durante el resto de su carrera.
Durante una etapa en la que le era prácticamente imposible mantenerse sano y jugar consistentemente, ‘D-Rose’ anotó 50 puntos con los Minnesota Timberwolves en 2018, en el mejor partido de su carrera. Su despliegue ofensivo, el amor de todas las aficiones de la NBA y sus lágrimas tras el pitido final ejemplifican a la perfección lo importante que fue Rose para toda una generación y para la cultura del baloncesto.
Los Bulls le reconocen como uno de los suyos, y tras un mensaje que reza «gracias por todo», se espera que el dorsal ‘1’ sea colgado en el techo del United Center junto al ’23’ de Michael Jordan o el ’33’ de Scottie Pippen. Derrick Rose cambió el baloncesto para siempre, y viceversa, según el base revela con sus últimas palabras hacia el deporte que considera su primer amor: «Siempre tuyo».
